¡Gentes de bien, os saludo! ¡Tiempo ha que no nos veíamos! Dejadme que desmonte y os contaré mis aventuras. … Ay, ay... Mas no os ríais, mis muy gentiles camaradas. Os aseguro que yo siempre desmonto así. Es más sano para el espíritu, ya que fortalece la cabeza, sede de la inteligencia. Hum, sí... No os preocupéis, no, casi no sangro. Por cierto, este que veis aquí es 'Atrevido' mi fiel montura, luminaria entre los équidos, incomparable... Aaaaay... ¡'Atrevido' soltadme el pelo!... No, 'Atrevido', malo, soltad, no es heno pardiez, delante de estos señores no, argh... argh... Así, buen corcel, no, por ahí no, 'Atrevido' volved, ¡eh! En fin, no le demos más importancia, seguramente volverá, pues es una luminaria entre los caballos, todo eso, etc., etc. Cambiemos de tema, ¿sí?
Justamente ahora llego de vuelta de mis numerosas andanzas. He recorrido el orbe y mi buen corcel me ha transportado por los rincones más exóticos y alejados que imaginar podáis. Mis viajes me han llevado a las antípodas, la Terra Australis Incognita, donde he conocido las gentes más extrañas y los pueblos más extraordinarios. Por ejemplo, a los esciápodos, que sólo tienen un pie, gigantesco, y que se tumban en sus espaldas para cobijarse bajo su sombra. Los antípodos, cuyos pies apuntan en la dirección opuesta a la de los nuestros. Las amazonas, que se amputan un pecho para poder usar mejor el arco. Los cinocéfalos, hombres con cabeza de perro. Los panotos o panacios, hombres de orejas gigantescas que las usan para abrigarse y dormir. Los blemias, descritos por Plinio en su Historia Natural, hombres sin cabeza cuyas caras están incrustadas en sus pechos. Y otros, como los trogloditas, los dadores de esposas, los fitos, los pigmeos y los astomios.
Ha sido fascinante encontrarme tal diversidad de indígenas y civilizaciones. Parece increíble que tantas maneras de vivir y organizarse en sociedad puedan existir. Veo que estáis leyendo un libro sobre antropología. Justamente antes de partir a la aventura, un sabio ermitaño, queriendo ayudarme, me aconsejó un libro relacionado con la antropología, para que lo leyese y aprendiese así las diferentes maneras que de vivir tienen los lejanos pueblos que me iba a encontrar. El título de este libro es El antropólogo inocente, y lo escribe el antropólogo inglés Nigel Barley. Cuenta la estancia del autor en la compañía de los dowayos, una tribu de Camerún. Pasó un año entre ellos, y el resultado es un libro divertidísimo que habla de su experiencia con mucha irreverencia y mucho humor. ¡Muy, muy recomendable! Ojo, no es un libro de divulgación, sino una narración de sus vivencias en una cultura totalmente diferente.
Ahora debo irme. La próxima vez que nos veamos, os contaré como después de mi aventura en las antípodas me embarqué en otra, la aventura de la búsqueda del Grial, en la que viví mil y una peripecias que os asombrarán y maravillarán. Hasta entonces me despido, puesto que tengo que iniciar ahora mismo, rápidamente, una nueva aventura, la cual voy a titular: “la aventura de correr como un loco en pos de mi caballo”.
¡Hasta la próxima!
La verdad es que este libro es muy divertido. No recuerdo mucho de la teoría, pero si el tono de narración que mencionas, lo recuerdo con cariño y como una lectura muy entretenida.
ResponderEliminarAcabo de buscar el libro por casa, porque eso de estar "tan chocha" y acordarse de poca cosa, me empezaba a mosquear. Y resulta que lo leí en 1998, y costó 1.500 pesetas ( je, je). Así que sí, soy vieja, en pesetas.....y bueno los lapsus a tanto tiempo se perdonan.
La Yaya deja el libro cerquita para releer algún día. Gracias por la recomendación y recordarme que soy un carcamal ( Bueno no tanto , que vamos todos en más o menos en el mismo carro :P)
Jajajajaja, no, mujer que va... De carcamal nada, ¡estamos en lo mejor de la vida! ¡Floreciendo como margaritas! : D ¡Abrazos!
ResponderEliminarEstimado vos, nos hubemos comenzedo la lectura de tan iniestimable relato y pronto comentaremos nos-as conclusiones.
ResponderEliminar(Cada día un poco más cerca del Jabberwocky).
Me place mazo, su coleguez. ; )
ResponderEliminarpfff... 'me place mazo'... que expresion tan genial me acabo de inventar... X D
ResponderEliminarHe de decir que este grupo va ha hacer que tenga en mi mesa mucha lectura pendiente
ResponderEliminarYa estoy en el final de este libro y puedo decir que mis episodios favoritos han sido el mecánico/relojero (un poquito después de la mitad del libro) y los dispositivos para evitar accidentes en los puentes (al principio del libro).
ResponderEliminarEl dato que más me gustó es el de la adaptación de la tribu al entorno y su formidable capacidad para seguir rastros.
Si alguien no va a leer el libro pero quiere saber qué pasa en esas partes -> avisar y lo cuento, de momento lo dejo así para no desvelar más.
Aún me falta un poquito del libro pero estaba seguro de que, si no lo escribía ahora, luego me olvidaría.