jueves, 27 de octubre de 2011

Nada de Carmen Laforet

Es cierto, había prometido en la anterior entrada comentar las vuestra en cuanto tuviese más tiempo, pero aún no dispongo de él. Y sin embargo vuelvo a escribir aquí; confieso, que en cierta medida, me atrae más la posibilidad de documentar, aunque no exhaustivamente, con un pequeño texto las lecturas que yo voy haciendo, practicando por el camino mis escasas habilidades para la redacción, amodorradas tras años de inactividad, que la de aportar un comentario a las que vosotros vais haciendo y documentando por vuestra parte.

Digo aquí y espero que esto sirva al menos como enmienda, que las últimas lecturas que vais aportando a este, nuestro club de lectura, me parecen todas interesantes, quizás lo que menos Stephen King, pero más que nada porque es un autor al que ya tengo muy leído.

No me enrollo más, porque en el fondo yo he venido aquí para hablar de mi libro, del último que me he leído vaya. Nada menos que Nada de Carmen Laforet.

Lo que me precipitó entre las guardas de este libro fue escuchar un programa de Documentos de RNE (programa que recomiendo incluso en caso de que algunos de sus temas puedan parecer carente de interés) dedicado a la escritora.

Carmen Laforet pese a que con esta primera novela, con la que inauguró el Premio Nadal en 1944, se catapultó a la fama literaria, por la novedad de su enfoque, que detalla la frustración de una joven ante las expectativas de una vida en la gran ciudad, la universidad, y el seno de una familia burguesa catalana, no llegó a escribir más que 5 novelas (más ensayos, y alguna novela corta) en su vida. No es mucho habiendo empezado a los 23.

Su epistolario describe a una creadora asfixiada creativamente, como sus personajes, por las expectativas, las suyas y las de los demás. Quizás mi fanatismo por Vila Matas hace que, en cierto modo, me haya obsesionado con estos creadores que parecen esforzarse precisamente en no crear.

La novela consigue dotar a todo el ambiente decadente de posguerra de una gran verosimilitud, se nota que esas gotas de autobiografía que tantas veces se agradecen en la literatura son aquí ("ay va qué") chorrazos. No hay duda de que la joven Laforet se describía a si misma y su vida al escribir estas páginas.

Aunque la novela guarda, desde nuestro punto de vista, cierto encanto de "época", no debemos olvidar que cuando se escribió en realidad hablaba de su contemporaneidad y que los problemas que expone son universales; la frustración, la vaciedad, la desorientación propia de la etapa universitaria, la opresión de un ambiente familiar hostil, y la promesa, y quizás esperanza, de un un giro repentino de timón en el periplo de la vida, que no parece llegar nunca, las perspectivas, que como el pelo, que se encanece, van tornándose grises con el paso de los años.

Pese a esta aparente deprimente temática no puedo concluir que este sea un libro apocalíptico. La autora consigue generar esa tensión trágica de la vida, ese agón, que en el fondo es lo que pese a que, por momentos, podamos sentirnos la partícula más minúscula del colisionador de hadrones, también hace que, otros, nos creamos capaces de comernos el mundo. A mi me ha gustado mucho.

domingo, 16 de octubre de 2011

La literatura nazi en América de Roberto Bolaño

Estos meses he estado bastante ocupado y todavía sigo, más si cabe, es por ello que apenas he podido leer y comentar los libros que habéis ido poniendo de un tiempo a esta parte más que por encima. Prometo subsanar esta falta en cuanto tenga algo más de tiempo.

No quería sin embargo dejar de hablar de este librito que me acabo de terminar, mientras sigo avanzando con La Democracia en América de Tocqueville; La literatura nazi en América del malogrado Roberto Bolaño.

A Roberto Bolaño, seguro que muchos ya lo conocéis u os suena el nombre, se lo considera la figura central de la literatura hispana del último tercio del siglo XX, comparte podio con otros grandes de las letras hispanoamericanas como Borges, Cortazar, o los premios nobel García Marquez, y Vargas Llosa. Aunque comparte mucho más con los dos primeros, y en esta obra se puede ver bien porqué.

Este libro es un repaso exhaustivo de biografías y obras (incluyendo un extenso índice bibliográfico, y un glosario de personajes adyacentes a este movimiento) de los literatos más oscuros de toda América, sus relaciones con el fascio europeo, ya sea italiano, español o aleman, y su relación con las dictaduras latinoamericanas, u otros movimientos sociales y políticos, ademas de con fugadas personalidades de alto rango del ejercito nazi escondidas en ese continente. Describe magistralmente, en definitiva, con un tejido de apuntes biográficos, una compleja red de intelectuales facistas durante el siglo xx y bien entrado el XXI. Un submundo literario tan aterrador como fascinante. Y no menos fascinante por ser completamente ficticio.

El libro está tratado con tanto rigor documental que de no saberlo es fácil dejarse llevar y pensar que es completamente real, sus notas biográficas pese a escuetas y con un sabor periodístico con ese regusto de objetividad nos desvelan personalidades complejas muy creibles; egos como la copa de un pino, idealistas, iluminados, amargados, y toda clase de arquetipos artísticos desfilan por sus páginas, incluido una biografía final que puede ser leida casi como una historia corta aparte, en la que Bolaño, con su propio nombre y en primera persona, nos describe a uno de los mayores poetas nazis latinoamericanos, entrando de lleno en el terreno de la autoficción.

En definitiva si os gusta Borges, o Cortazar o los juegos de Vila-Matas, no perdais la oportunidad de leeros esta "novela" corta, divertida, y curiosa.

Bolaño dijo una vez y con esto nos quedamos:

"Una novela que solo se sostiene por un argumento... y por la forma lineal de contar un argumento... o no lineal, pero simplemente una forma archiconocida... archiconocida no ahora, archiconocida en el XIX, se acabó...


No se puede escribir una novela así, donde no hay estructura, donde no hay juego, donde no hay cruce de voces"

domingo, 2 de octubre de 2011

Tardes con Margueritte


Tras empezar varios libros dejar algunos en el camino y tener otros a medias. Hoy me leí este libro "Tardes con Margueritte" de Marie-Sabine Roger. Que recomiendo,  pues es una lectura agradable, amena, divertida y tierna. Además lo leí en formato físico, y después de tanto tiempo leyendo en formato electrónico es toda una experiencia, casi como ser un arqueólogo o algo similar 

Además de estar muy bien escrita, lo simpático del libro es que ya desde las primeras descripciones , te imaginas al protagonista como Gérard DepardieY, je,je resulta que hicieron una película de este libro y cómo no con él de protagonista. 


En la contraportada( aprovechemos las ventajas de los libros físicos) podemos leer, un buen resumen de la historia. No se puede contar más, pues no hay mucho más, es una historia sencilla que trata temas cotidianos y el gusto por la lectura de una forma amena y simpática:

"Germain, cuarente y cinco años, casi analfabeto, hijo poco querido y escolar humillado, pasa el tiempo haciendo algunas chapuzas o cultivando en el huerto. Desconfía de aquellos que han estudiado, de los libros y de las palabras difíciles, que le dicen poco. Pero una tarde, en el parque, conoce a Margueritte, una vieja dama que está sentada en su banco favorito, y descubre que comparten un mismo pasatiempo: contar pájaros. Entre ellos nace una amistad improbable. Margueritte es una mujer culta, que parece no percatarse de las cosas que él ignora y que le propone leer un libro en voz alta. Germain, por educación, acepta y así descubre el mundo de los libros, de la magia de la lectura y de las tardes con Margueritte"


Quizá lo mejor del libro sea el estilo: sencillo, familiar y simpático. Así encontramos por ejemplo en relación a la visión que el protagonista tiene de sí mismo  a partir de la imagen que de él le devuelven los demás:
“¡Coño que tonto eres! Sin comentarios, eres único en tu especie, completamente impermeable. Tienes la cabeza hueca y  así se quedará para siempre…”
“si ser inteligente fuera una cuestión de voluntad, yo sería un genio. Porque mira que he hecho esfuerzos y más esfuerzos” 
“el cerebro está arriba y las pelotas abajo, yo ya no confundo los dos pisos”
"A menudo tengo la impresión de que la gente habla por encima de mi cabeza. A veces lo pillo todo; otras la mitad; pero la mayoría de las veces, nada de nada. Landremont dice que soy bastante inteligente como para darme cuenta de lo tonto que soy, y que ésa es la causa de todas mis desgracias. Creo que tiene razón, aunque si lo pienso bien quizá sea solo un cumplido"
O frasecillas como esta en relación relación a su visión sobre las mujeres:
“las chicas son como las botellas, no hay que soltarlas hasta que les ves el culo”

Y un montón de frases simpáticas en relación al tema central del libro, la lectura:
“la lectura es adquirida, cuando eres pequeño te manda al colegio, para cebarte como a las ocas. Hay algunos maestros que lo hacen con limpieza, tienen maña y paciencia para esas cosas. Te llena la memoria poco a poco hasta que estás henchido como un huevo. Pero con otros tragas o revientas. Te atiborran la cabeza sin comprobar dónde vas a meter todo eso”

Pero las partes que más me gustaron además de los momentos que pasa con la ancianita en el parque, son las reflexiones sobre su familia, por ejemplo:
"No he tenido familia. Bueno yo me entiendo. Tengo madre, no hay alternativa. Sencillamente mi madre y yo, al margen de haber estado unidos el uno al otro nueve meses, no hemos compartido demasiado, excepto lo malo. De lo bueno no me acuerdo. También tengo padre, es inevitable, pero no lo disfruté mucho tiempo, se tiró a mi madre y hasta ahí llegamos"

Entre las cosas curiosas del libro está el hecho de que el protagonista se pasa todo el rato buscando el significado de las palabras,  literal y metafóricamente: «Que no se puede borrar o quitar. “Véase: imborrable”.» «Que padece locura no continua, sino por intervalos. “Véase: maniático”.» Pues una vez que un descrubre el uso de "véase" en el diccionario, descubre una fuente inagotable de entretenimiento y cómo el lo ve un laberinto por el que viajar y perderse.

Y por último, resalta los fragmentos que Margueritte le lee al protagonista en el libro sacados de :"La peste" deAlbert Camus,  "Un viejo que leía novelas de amor" de Luis Sepúlveda, o por ejemplo de la  "La promesa del alba" de Romain Gary, que consiguen además de emocionar e interesar al protagonista, engrosar tu lista de lecturas pendientes :)

Vamos un libro, ameno y altamente recomendable. Y a pesar de lo que a primera vista pueda parecer no es nada ñoño, ni sensiblero, sino tierno e interesante



Siddartha, un cuento de la India.

Siddartha cuenta la historia de "Siddartha", hijo de Brahmin (clérigo indio), quien, buscando la Verdad, abandona la casa de sus padres y parte con su amigo Govinda, tratando de encontrar la forma de deshacerse del "yo" y alcanzar el Nirvana.

El libro está escrito en dos partes, la primera, muy corta, cuenta la partida de Siddartha, su estancia con los Samanas (un grupo de ascetas) y su encuentro con Buddha Gautama (cuyo nombre completo es Siddartha Gautama). La segunda parte del libro cuenta la vida de Siddartha después de haberse encontrado con Buddha.

Comencé a leer este libro sin saber cuál era el tema, la idea era tener algo que leer que estuviese bien escrito y recurrí a coger algo de un premio Nobel (de los antiguos) sabiendo que, por lo menos, fuese lo que fuese que contase, estaría bien contado.

En ese sentido el libro no decepciona en absoluto, desde las primeras páginas te engancha la forma de narrar lo que piensa y vive Siddartha, un estilo casi telegráfico a veces que te mete en la historia y te traslada a la India, escogiendo las palabras de forma que todo quede bien ambientado (tengo que decir que yo leí una traducción al inglés así que puede que esto dependa del traductor).

Más allá de lo bien contado que está el libro la historia es interesante, está claro que se busca una progresión espiritual, estar más allá de lo material y lo físico y buscar una respuesta a la existencia que no dependa de lo que tengas o lo que seas sino de algo que sería común a todas las personas, para ello el personaje principal debe realizar dos viajes espirituales en dos puntos diferentes de su vida, dos viajes completamente diferentes, que parten de puntos diferentes y que llevan al protagonista a puntos diferentes en su vida, entre ambos viajes Siddartha se dedica a lo que consideraríamos "vivir"; es difícil decir más sin destripar demasiado el libro.

La progresión de Siddartha resulta completamente natural, es fácil colocarse en su lugar y pensar como él, detestar como él y, posiblemente, amar como él (mmm Kamala), en fin, un pequeño libro (menos de 200 páginas) que te llena, no como para alcanzar el Nirvana pero, al menos, te limpia de 4 o 5 mil páginas de La rueda del tiempo, y es que con algo habrá que compensar la balanza de literatura basura.

Al terminar de leer el libro, fui a buscar información sobre él, me gusta hacerlo al haber terminado los libros para saber qué otras lecturas se pueden hacer de ellos. Aparentemente lo único que me perdí y que puede ser importante saber antes de empezar a leerlo es que los cuatro primeros capítulos están estructurados según las "Cuatro nobles verdades" y los ocho últimos (la segunda parte) como "El noble camino de ocho partes" (Noble eigthfold path).

Creo que puede ser útil, si alguno os animáis a leerlo que intentéis leer antes esos doce preceptos budistas para que así el libro sea más significativo.

Un último comentario, Hermann Hesse escribió este libro en un proceso de búsqueda espiritual, la pregunta es: si estás en un proceso de búsqueda espiritual, ¿es correcto escribir tus propios panfletos o deberías leer los que escribieron otros?. Podéis tachar 'panfleto' y cambiarlo por 'gran libro' o algo similar.

Dejad, los que aquí entráis, toda esperanza.

Cuando era joven, que tiempos aquellos, empecé a leer "La Divina Comedia" pero no debía de ser el momento adecuado ya que no fui capaz de pasar de los primeros cantos, me quedé en los círculos más externos del infierno, lo cual, después de seguir, no es del todo malo.

Ahora, con más años y paciencia, decidí darle otra vuelta y ver si era capaz de extraer de ella todo lo que lleva dentro.