sábado, 25 de junio de 2011

Rascacielos

Otro libro de J. G. Ballard, este escrito mucho antes que "Noches de cocaína", siendo Rascacielos de 1975 y noches de cocaína de 1996.

En este libro se nos habla de la vida de tres habitantes de un rascacielos de lujo al que acaba de mudarse el último inquilino con lo cual las 1000 viviendas del edificio ya están llenas, es decir, los que viven en el primer piso tienen 39 pisos por encima llenos de gente, gente pisando sobre los techos, tirando basura por los colectores, con mejor acceso a las piscinas del piso 10 y del 35, respirando mejor aire, aire más fresco, celebrando fiestas en el ático que debería ser común, gastando más luz y agua que los demás y dejando a los de la nueve sin electricidad...

Rascacielos es un libro hasta cierto punto agobiante, las historias que cuentan son de los habitantes de los pisos 3, 25 y 40 y cada una de ellas tiene cierto grado de calor/suciedad especial, la idea fundamental es la de qué pasaría si la "alta" sociedad de hoy en día se viese obligada a coexistir en un espacio más bien pequeño:
- ¿volveríamos a un sistema de clanes?
- ¿nos enfrentaríamos unos a otros?
- ¿quién sobreviviría?

Durante el día el edificio se comporta como cualquier otro pero, cuando el último inquilino ha vuelto del trabajo, todo se transforma, la lucha por los ascensores comienza y hay que montar las barricadas en las escaleras... explicaría algo más pero creo que hemos conseguido el ascensor que baja al garaje voy a coger un trozo de tubería de plástico y a ponerle unos clavos, luego a dormir y a esperar a que anochezca.

Noches de Cocaína

Buenos días a todos, después de la travesía por el desierto parece que he llegado a tierras prósperas.

Comenzamos.

Este libro, escrito por J.G. Ballard, nos habla de un crimen terrible (eso según las palabras de los protragonistas) ocurrido en una urbanización de la Costa del Sol

Parece ser que un inglés normalmente muy tranquilo ha realizado algún acto delictivo, su hermano es avisado y éste deja su vida como escritor de guías de viaje para volar a España e intentar demostrar que su hermano es inocente.

Cuando llega allí comienza a ver que las cosas no son lo que parecen, que casi todos los habitantes de esa urbanización llevan una doble (o triple) vida y que cualquier persona podría haber cometido el crimen y él mismo escritor de guías se encuentra a sí mismo dejándose llevar hacia una parte de él que desconocía.

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Dicho esto vamos a analizar un poco el libro

El título: a pesar de que haga ostentación de la cocaína ésta no tiene un papel principal en el libro ni mucho menos ya que casi no salen drogas pero sí da una idea de noches de locura o de descontrol y, de eso, el libro tiene bastante.

Seguimos con el contenido: el libro está bien, se deja leer tranquilamente y a nuestro propio ritmo, es decir, no está escrito en plan best-seller para que de vez en cuando te quedes enganchado durante 80 páginas y luego te aburras durante otras 80 hasta que llegues a la siguiente bajada de la montaña rusa. Toda la acción es progresiva y, en ciertos momentos, algunas cosas que pasan y que tomadas aisladamente parecerían raras, concuerdan perfectamente con la lógica que se va integrando en el protagonista, intentos de asesinato, agresiones,... todo empieza a encajar cuando, en lugar de trazar una línea entre el bien y el mal trazas un círculo que englobe a ambos y, en lugar de posicionarte en la recta, te mueves dando vueltas a ese círculo o quizás la realidad es que se trata de dos conceptos diferentes tal vez perpendiculares al bien y el mal y te mueves entre ellos. En cualquier caso parece ser una cuestión de geometría del alma y la moral.

Recomendación: sí, se lee bien y rápido y no creo que nadie pueda considerarlo tiempo perdido, en algunos casos podrá descubrir de nosotros mismos pero creo que habría ser muy inocente para eso.

domingo, 5 de junio de 2011

Las uvas de la ira.

Hace muchos, muchos años me regalaron un libro sobre el Rey Arturo y sus caballeros que por la forma en que estaba escrito difería mucho de los otros que había leído sobre el tema.

Recuerdo que el autor (Steinbeck) me sonaba como de "esos famosos que hay que conocer aunque no estoy seguro de qué cosas ha escrito". Hace poco me lo volví a encontrar en otro título de esos que sabes de su existencia pero ningún dato más, Las uvas de la ira.

Empecé a leerlo sin tener ni idea de qué me encontraría y su comienzo me atrajo mucho.

Una vez acabado me quedé extasiado, y no precisamente por la escena final. Es más, debo confesar que cuando lo acabé pensé que el archivo que había cargado en el lector de ebooks estaba incompleto, pero una rápida investigación me confirmó que no, que ése era realmente el final.

Me quedé extasiado a medio plazo. Mientras lo lees estás subyugado por la trama. Cuando no lo estás leyendo no dejas de pensar en el trasfondo y la ambientación y cuando lo acabas no paras de preguntarte cómo alguien tuvo los COJONAZOS de escribir algo así. Y más en el país en el que lo hizo y en la época en la que lo hizo.

Cuando superas la sorpresa no dejas de preguntarte como es que setenta años después la novela consigue explicarte cosas que no entiendes de la más rabiosa "e indignada" actualidad.

La considero muy bien escrita por varios motivos, pero destacaré dos:

- Las imágenes. Es muy visual. En algún lado leí que utilizaba un lenguaje casi cinematográfico en las descripciones. Creo que es la mejor manera de decirlo. Y para ejemplo la tortuga.

- La estructura. Alterna capítulos donde a los protagonistas les pasan cosas con capítulos donde un zoom mágico se traslada a otros escenarios para darnos una perpectiva más amplia de lo que ocurre en el mundo. Estos últimos son casi todos magistrales, algunos se quedan en buenísimos. Y para ejemplo la definición de comunista .

No quiero contar nada, sólo recomendarla. Toda la energía que me ahorro en describirla la emplearé en animar a cualquier mayor de 15 años a que la lea. Te hace pensar, toca fibras y remueve conciencias.

Si he despertado algo de curiosidad dejo un par de enlaces que dicen más cosas, pero poco hay que desentrañar, la novela es muy cruda y desnuda. Sólo hay que leerla.



No he visto la película del mismo título, pero supongo que no tardaré mucho pues tengo entendido que también es excepcional.